4/3/11

Canción de la puerta cerrada



Hemos entrado por error.
Hemos llamado a la puerta de servicio.
Era verano, los grandes buques humeaban sus estrellas.
Todo estaba sucio.
Las mujeres sangraban:
Era su vestido.
Los hombres estaban desnudos:
Era su uniforme,
mezclados, en el suelo, flacos como cuerdas.
Teníamos frío
y las ciudades ardían
y los árboles
atizaban el fuego del mundo.
Teníamos hambre
y el pan corría hasta quedarse sin aliento,
¡el pan huía no se sabe adónde!
Teníamos sed
y el agua era de mármol.
Nos levantamos juntos,
una mañana,
anónimos y feos
como los gusanos. (E. J.)

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