20/3/11

Recapitulemos



"Yo formé cuerpo, desde siempre, con la pregunta y dejé que el libro me sostuviese.
Yo he enfrentado la semejanza y asumido la subversión.
Me he dedicado a circusncribir lo real y lo irreal; la ausencia y la presencia; la vida y la muerte, la palabra y el silencio." (E. J.)

Mis recuerdos ya no tienen dónde ser



"La vida multiplica sus espejos; la muerte los pulveriza.
"Un día, ya no ve uno sus facciones.
"Ni en los ojos de los demás.
"Ni en su sonrisa o su palabra.
"Entonces, uno entiende que está solo.
"Definitivamente." (E. J.)

16/3/11

La palabra judía es palabra de abismo sobre la que se abre el libro




"La relación del judío -talmudista, cabalista- con el libro es, en todo su fervor, idéntica a la que mantiene el escritor con su texto. Tanto el uno como el otro tienen igual sed de aprender, de conocer, de descifrar su destino grabado en cada letra de la que Dios se ha retirado. ¡Y qué importa si su verdad difiere! Es verdad de su ser. Es verdad de su lengua. Palabra de dos libros en uno; porque el escritor judío no es forzosamente aquel que privilegia en sus escritos la palabra 'judío', sino aquel para el que la palabra 'judío' reside en todas las palabras del vocabulario; palabra todavía más ausente por ser, por sí sola, cada una de ellas.

"La palabra 'judío' nace y muere con cada judío; palabra de inmemorial herida por cada instante asumida.

"Seis millones de cuerpos calcinados parten en dos nuestro siglo con la horrible imagen que perpetúan."

Infinito del libro


"He intentado, en mis obras, dar forma al movimiento al que obedece la palabra y que se extiende desde el silencio anterior que ella rompe hasta el silencio que ella inaugura al callarse." (E.J.)

8/3/11

Y así el libro, llevado por sus vocablos, vivirá de su vida íntima y morirá de su muerte compartida




"El libro -había anotado- no se abre de izquierda a derecha, ni de derecha a izquierda, sino de arriba a abajo: una página en el cielo, una página en el polvo." (E. J.)

Toda la memoria del mundo está en un grano de arena


"¿Está la duración forjada por el recuerdo o por la memoria? Sabemos que somos nosotros quienes fabricamos nuestros recuerdos; pero hay una memoria, más antigua que los recuerdos, que está ligada al lenguaje, a la música, al sonido, al ruido, al silencio: una memoria que un gesto, una palabra, un grito, un dolor o una alegría, una imagen, un acontecimiento pueden despertar. Memoria de todos los tiempos que dormita en nosotros y está en el corazón de la creación." (E. J.)
 

La palabra habla en nombre del silencio al cual aspira




“Cuanto más me apego a lo que escribo, más me aparto de las fuentes de mis escritos. Cuanto más sincero quiero ser, más velozmente tengo que dejar la iniciativa a las palabras, pues no puedo impedirles que existan sin mí.” (E. J.)



 
“¿Qué diríamos si supiéramos que adentrarnos en nosotros mismos para encontrarnos con nuestra voz solitaria no es otra cosa que ir al encuentro de una voz extranjera, la de las palabras?” (E. J.)



"El escritor es el extranjero por excelencia. Sin derecho de residencia en sitio alguno, se refugia en el libro, de donde la palabra lo expulsará. Cada vez, su salvación se la deberá, provisionalmente, a un nuevo libro." (E. J.)




"Grito de un mundo traicionado y de un cielo herido." (E. J.)




"En el desierto no hay avenidas, ni bulevares, ni calles, ni callejones sin salida. Hay, aquí y allá, huellas parciales de pasos, pronto borradas y negadas." (E.  J.) 




"¿Cómo leer un libro cerrado? Mis manos no tienen el valor de abrirlo, temiendo quizá despertar el dolor que me escribe." (E. J.)



  "- Por qué, al envejecer, nuestros pasos se hacen más pesados?
-Porque el tiempo vivido hasta ese instante es más ligero que el tiempo que nos queda por vivir." (E. J.)




"Y, sin embargo, a la pregunta '¿Para quién escribe usted?', ¿no respondió espontáneamente: 'Para nadie, para el silencio, tal vez, que es siempre espera de alguien'?" (E. J.)

5/3/11

Canción del último niño judío


Para Edith Cohen

Mi padre está colgado en la estrella,
mi madre se desliza con el río,
mi madre brilla
mi padre es sordo,
en la noche que reniega de mí,
en el día que me destruye.
La piedra es ligera.
El pan se parece al pájaro
y lo miro volar.
Tengo sangre en las mejillas.
Mis dientes buscan una boca menos vacía
en la tierra o en el agua,
en el fuego.
El mundo es rojo.
Todas las rejas son lanzas.
Los caballeros muertos siguen galopando
en mi sueño y en mis ojos.
Sobre el cuerpo destrozado del jardín perdido
florece una rosa que ya no estrecharé.
Los jinetes de la muerte me llevan.
He nacido para amarles. (E. J.)

4/3/11

Canción de la puerta cerrada



Hemos entrado por error.
Hemos llamado a la puerta de servicio.
Era verano, los grandes buques humeaban sus estrellas.
Todo estaba sucio.
Las mujeres sangraban:
Era su vestido.
Los hombres estaban desnudos:
Era su uniforme,
mezclados, en el suelo, flacos como cuerdas.
Teníamos frío
y las ciudades ardían
y los árboles
atizaban el fuego del mundo.
Teníamos hambre
y el pan corría hasta quedarse sin aliento,
¡el pan huía no se sabe adónde!
Teníamos sed
y el agua era de mármol.
Nos levantamos juntos,
una mañana,
anónimos y feos
como los gusanos. (E. J.)